Lluvia, corte de luz y poca batería. ¿Qué cagaso no?
Cómo cuesta desconectarse, cómo aterra ese 25%. Hasta los
colores asustan. Verde: completo, todo en orden estamos tranquilos. Amarillo:
dudoso, hay que estar alerta. Rojo: emergencia, estamos en problemas.
"¿Dónde está mi cargador? necesito que vuelva la luz".
Desde que abrimos los ojos hasta que los volvemos a cerrar,
agarraditos de la mano de un aparato cual hijo de año y medio adentro del
shopping: no nos podemos despegar. Lo primero que suena en el día es la canción
que programamos, y ahí empieza.
Decir feliz cumpleaños por Whatsapp, desayunar con Infobae, felicitar
por Facebook y manejar con gps. ¿Qué carajo hacíamos antes de tener celular?
Hablábamos, sabíamos del otro, preguntábamos cómo estás. Nos
reuníamos con amigos, el asado salía espectacular, hasta íbamos al baño y no
hacía falta que todo el mundo lo sepa. Preguntábamos por calles, nos perdíamos,
escribíamos cartas, y nos hacíamos un ratito para mirar los cuatros canales de
aire que había para todo el mundo. Pensábamos, teníamos tiempo para pensar, y
nos aburríamos. Qué loco que el no tener batería por un rato sea motivo de
desesperación, qué loco que de verdad no sepamos qué hacer.
“Relajate y disfrutá” dicen... ”escuchate a vos mismo” digo
yo. Aburrite de manera tal que encuentres algo que te resulte divertido.
Descubrí lo linda que puede llegar a ser la persona que tenes al lado. Charlá,
ponete Off y salí a caminar, toca el instrumento que más te guste, acostate
temprano, prende una vela y lee algún libro que hayas dejado olvidado. Dejá que
la batería llegue a cero, que vos vas a ser un cien.
No hay comentarios:
Publicar un comentario